De nada servirá entrenar bien, si tu dieta no es la correcta
1 Entrena y come
Al entrenar se agotan las reservas energéticas de tu cuerpo, así que necesitaras algunos carbohidratos para alimentar y recuperar tus músculos. Puede ser un plátano y un sándwich con crema de cacahuete, o un baguette con crema de queso y tomate, cómelos unos 30 minutos después de terminar tu entrenamiento.
2 Bebe mucha agua
No sólo la tomes antes, durante y después de entrenar. Intenta estar bien hidratado durante todo el día. La deshidratación reduce tu metabolismo y también repercute negativamente en tus niveles de energía.
3 Come proteína antes de dormir
Comer algo como queso cottage o un yogurt bajo en grasa es bueno antes de irte a dormir. Están llenos de proteína de asimilación lenta, que te ayudará a regenerar tus músculos mientras duermes.
4 Desayuna siempre
Los que no desayunan casi siempre están más gordos que los que si lo hacen. Un desayuno de carbohidratos compuestos y proteína te quitara el antojo de dulces y comida basura, y acelera tu metabolismo. Los cereales de grano entero, cómo la avena, huevo con pan integral y fruta son buenos alimentos. Te darán energía durante bastante tiempo.[/su_box]
5 Come grasa
El cuerpo necesita grasa, pero no en forma de chocolate y hamburguesas. Los ácidos grasos esenciales, encontrados en pescados (salmón, atún), nueces, aceite de oliva, previenen lesiones musculares y reponen tus reservas de grasa, necesarias para continuar con tus entrenamientos.
6 Come poco pero seguido
La mejor forma de mantener tus niveles de energía durante todo el día es repartir el consumo de calorías, dividiendo tus comidas entre 5-6, y no en 3 como es costumbre. Debes de comer muchas veces pero porciones pequeñas, así mantendrás tu metabolismo activo y los niveles de glucosa en sangre estables. Comer continuamente previene que acumules grasa, mantiene el hambre a raya y beneficia la recuperación muscular.
7 No bebas alcohol
No la llaman “barriga cervecera” por nada. Una cerveza tiene un promedio de 200 calorías vacías, y cuando estas calorías no sirven para nada, tu cuerpo las convierte en grasa, y consiguiendo el famoso “flotador”.
8 Tomate un descanso
Descansar un día completo no sólo te recupera del cansancio y reponer energía, también disminuye los niveles de estrés de la hormona cortisol. Este pequeño estresante químico puede estimular las células adiposas, haciendo que crezcan y se multipliquen, especialmente en el área abdominal.
9 Come frutas y verduras
Tu cuerpo debe de estar bien equilibrado de vitaminas y minerales para mantener sus niveles de energía y ayudar a tu sistema inmunológico. Las frutas y verduras son abundantes en este contenido gracias a su alto volumen de agua. Esto permite recuperarte con pocas calorías por que absorben mucha grasa.
10 Date una recompensa
Cuando ya consigas llevar una dieta equilibrada y un entrenamiento constante, puedes permitirte algún antojo. Sólo asegúrate que tus comidas cotidianas sean saludables, para cuando comas lo “prohibido lo disfrutes". Permítete de vez en cuando un helado o una pizza, te sentirás recompensado.
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